| COMARCA COMUNIDAD DE CALATAYUD
 La ciudad de Calatayud organiza una extensa comarca. Como los dedos de   una mano se juntan en la cavidad de la palma, así fluyen los ríos, descendiendo   desde los páramos de la provincia de Guadalajara o desde la alta meseta soriana,   para entregar sus aguas al Jalón en la amplia hoya donde se alza la   ciudad. 
 En el corazón del Sistema Ibérico, los paisajes de la comarca oscilan   entre la dulzura de las vegas -fértiles, bien cultivadas, cubiertas de árboles   frutales- y la dureza de las parameras inhóspitas, ventosas y frías donde crecen   las sabinas. Entre ambos extremos se extienden las viñas, los almendros y los   olivos- formando franjas en las partes bajas y medias de las laderas- y los   campos de cereal y el monte de carrascas, que cubren las partes   altas. En el roquedo predominan los yesos, con sus escarpes blanquecinos, en el   entorno de Calatayud y en el fondo de la depresión: señorean con su claridad los   paisajes bajos del Jiloca y del Perejiles. Las rocas paleozoicas, ya sean   blandas como las pizarras o duras como las cuarcitas, abundan mucho: los tonos   rojizos, pardos o metálicos de las pizarras dan color a la hoya del Frasno y las   cuarcitas dominan, con su dureza, las cresterías de las sierras. Las arcillas   ofrecen la tonalidad terrosa, con todos los matices cálidos, que caracteriza   buena parte de la comarca, sobre todo en los límites con Soria y Guadalajara.   Las calizas ofrecen paisajes muy característicos: en ellos han labrado los ríos   los cañones y foces por donde discurren los viejos caminos que llevaban a   Castilla, los que fueron protegidos por castillos que ahora, ruinosos, se alzan   sobre el curso de los ríos que vienen de la Meseta. Los pueblos son grandes y de caseríos muy apretados. Casi todos tenían   alrededor de mil habitantes hace medio siglo y ahora, aunque muy heridos en su   demografía por el éxodo rural, mantienen cascos urbanos amplios, con planos casi   siempre complejos que muestran la influencia musulmana en su trazado. También la   vieja herencia árabe se hace patente en el arte mudéjar, del que la comarca   ofrece una amplísima colección de obras de arte entre las que se encuentran las   que han permitido caracterizar este estilo. Más información: Portal Turístico de la Comunidad de Calatayud  |